El consumo responsable incrementa las ventas de productos ecológicos
El veganismo y el vegetarianismo son conceptos que pasaron de la más absoluta invisibilidad a la normalidad social dentro de la oferta y demanda del mercado. Pese a la tendencia a bromear sobre estas opciones, la realidad es que cada son más las personas que apuestan por formas de consumo más responsable.
La gran mayoría de la sociedad no retira los productos animales de su dieta, pero sí se observa un cambio en la concienciación sobre qué alimentos comprar. Los productos ecológicos cada vez se demandan más y el incremento de su consumo es todo un fenómeno en España.
Tras el crecimiento del 24,5% experimentado en 2015 que supuso 1.500 millones de euros – de acuerdo al informe del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente – llegó una nueva subida en 2016.
El incremento fue esta vez del 24,8%, según los datos recogidos en el informe anual presentado en la feria Biofach de Nuremberg. El mercado mundial vendió por un total de 76.642 millones de euros y España fue, junto a Irlanda y Suecia, el país donde más crecieron las ventas porcentualmente.
La próxima edición de la feria alemana se celebra los próximos 14, 15, 16 y 17 de febrero y se espera que confirme los pronósticos. El producto ecológico ha seguido creciendo en 2017 y es una opción cada vez más potente entre los consumidores
Los valores de la producción ecológica
La producción ecológica es un sistema de gestión de la agricultura que trata de combinar buenas prácticas ambientales junto a la preservación de recursos naturales y el respeto a las normas impuestas por la UE para certificar los productos eco. El compromiso con el medio ambiente de los productos ecológicos responde no sólo a la creciente demanda de los usuarios, sino también a la necesidad de proteger el entorno, favorecer el bienestar animal y colaborar en el desarrollo rural.
Uno de los productos que ha experimento un aumento considerable dentro del sector es el de los lácteos. El yogur fresco, por ejemplo, ha ganado terreno al pasteurizado gracias a su elaboración con leche libre de plaguicidas, restos de medicamentos, aditivos artificiales o productos transgénicos.
Cumplir con los requisitos que validen esta leche como ecológica, no obstante, depende de varios factores. Ha de ser procedente de vacas que vivan en granjas donde reciban una alimentación natural con pastos sin herbicidas o pesticidas, los animales tienen que tratarse también con productos que no contengan fertilizantes u hormonas y ser ordeñadas con menor frecuencia, en contraste con la explotación más intensiva que se realiza en granjas convencionales.
El cuidado de los animales no sólo se compromete con los valores ecológicos, sino que propicia que se creen niveles más bajos de estrés que repercuten en unas mejores cualidades de la leche, en este caso. Los usuarios son más conscientes de la imperiosa necesidad del respeto en los procesos de producción y, además, disfrutan del valor añadido del sabor con una alimentación saludable.